La mayor parte de muertes por ahogamiento en aguas naturales tiene un mismo origen: las corrientes de resaca. Este fenómeno ambiental es, sin embargo, un gran desconocido para la mayoría de nosotros, haciendo que nos pongamos en peligro sin ser conscientes de ello. En estas corrientes se crea un flujo de agua que circula perpendicular a la costa, es decir, hacia dentro del mar, arrastrando a los bañistas hacia el interior contra su voluntad y con una fuerza importante. Suelen formarse en días de viento, en zonas de la orilla que son más profundas que el resto o en los laterales de rocas.

¿Las podemos evitar?

Como hemos dicho, suelen aparecer en días de viento y son más peligrosas cuando hay Levante, por lo que este elemento ya debe hacer que estemos prestemos atención. En esos días conviene acudir a playas con señalización y vigilancia como San José, Las Negras o Agua Amarga y evitar las que quedan orientadas al Este y no tienen vigilancia, en especial Los Muertos, Genoveses, el Playazo, la Cala del Plomo o la Calilla de San José.

Indicadores que nos pueden poner en alerta.

1. La zona de la corriente está aparentemente tranquila (sin olas) mientras que las áreas colindantes tiene oleaje.

2. Agua de color diferente.

¿Qué hacer si te arrastra una corriente de resaca?

1. Nunca nades contracorriente intentando alanzar la orilla, agotarás tus fuerzas y te pondrás en peligro.

2. Nada en paralelo a la orilla hasta que salgas de la corriente (suelen ser largas pero estrechas).

3. Si te fallan las fuerzas, déjate llevar y haz señas para que vengan a socorrerte.

 

Un poco de información puede marcar la diferencia, información como la que os pueden proporcionar socorristas, previsiones meteorológicas, los carteles que hay en muchas playas, lugareños, artículos como éste o aplicaciones como Níjar App. •