Este pueblo de pescadores ha sufrido uno de los crecimientos más espectaculares del entorno debido a su reconversión al turismo (siempre dentro de los parámetros del parque). Más pequeño que San José pero con más habitantes y servicios que la mayor parte de las barriadas de la zona, Las Negras se ha convertido en uno de los destinos favoritos de aquéllos que buscan el lado más bohemio del Cabo de Gata, sin renunciar a la diversión.

Existen distintas historias sobre el origen de su nombre pero se impone la que lo otorga al color de su arena, oscura, proveniente del cerro negro, una elevación de origen volcánico que flanquea a la localidad por el lado izquierdo. Además de su playa urbana (con las comodidades propias de estos enclaves), en sus alrededores se encuentra la famosa cala de San Pedro a la que sólo se puede acceder en barco o tras una larga caminata. Esta cala es famosa por la acampada libre y por contar con una fuente de agua dulce, dos características que la han convertido en lugar de peregrinaje de hippies y aventureros.