La planta que regresó al mar para cuidarnos

Cerca de 5.000 hectáreas de los fondos submarinos del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar están cubiertos de esta planta milenaria que sólo se encuentra en el mar Mediterráneo.

Fuente de vida de muchas especies, la posidonia es capaz de crear cinco veces más oxígeno que la misma extensión de selva amazónica.

Las praderas de posidonia las podemos encontrar entre la cota superficial hasta los 30-40 metros de profundidad en función de la transparencia de las aguas.

La planta posee cualidades muy peculiares. Presenta unas hojas largas y verdosas con forma de cinta que pueden alcanzar hasta un metro de longitud. Se mantiene unida al suelo por medio de un denso entramado de tallos y pequeñas raíces con las que coloniza los fondos.

Su reproducción es generalmente asexual, a través de rizomas o tallos subterráneos, aunque también se puede realizar sexualmente a través de flores que crecen en grupos. La floración de las plantas, que no ocurre todos los años, se produce en los meses de septiembre a noviembre. A partir de estas flores se produce el fruto que es semejante a una pequeña aceituna.

Papel vital en el ecosistema

De la misma manera que en la mitología griega, La Posidonia representaba a una mujer heroica, capaz de mantener el equilibrio del océano, estas plantas marinas son actualmente grandes luchadoras contra el cambio climático, ya que además de producir cantidades importantes de oxígeno, pueden enterrar CO2 en sus sedimentos durante miles de años, actuando como sumidero de carbono.

Se calcula que más de 400 especies de vegetales y 1.000 animales habitan en las praderas de posidonia, que por otro lado funcionan como grandes filtradoras, colaborando en mantener el agua limpia y transparente.

Además su disposición hace que las olas rompan con menos intensidad en las playas y así evita la pérdida de arena.

El ser vivo más longevo del planeta

Una de las características más sobresalientes de esta planta es que se fija al sustrato a través de rizomas capaces de extenderse varios kilómetros, produciendo millones de plantas a partir de un mismo clon. Se han encontrado ejemplares de posidonia separados más de 15 kilómetros que provenían de la misma planta.  Esto ha llevado a los científicos a estimar la edad de esta planta en 100.000 años.

Sus peores enemigos

La pesca de arrastre o la construcción de infraestructuras, como por ejemplo los puertos deportivos, son algunas de las causas de su progresiva desaparición. Por otro lado, las anclas y cadenas de las barcas fondeadas sobre laderas de posidonia labran el fondo marino y arrancan las matas de posidonia, debilitándolas de cara a afrontar los embates de los temporales de invierno.

En la actualidad, se han llevado a cabo acciones para restaurar la praderas en Agua Amarga y la Isleta del Moro, mediante la instalación de un campo de boyas ecológico. Desde 2021 también se han colocado boyas en las playas del Playazo, Genoveses y Las Negras.

Amenazas como el cambio climático y la disminución de la calidad del agua debido al vertido de aguas residuales poco o nada depuradas al mar dificultan, aún más, la supervivencia de este gran tesoro natural del Mediterráneo.

Por David Chanquete / Marisa Ramírez Trapero