En esta zona residencial situada a las puertas del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar es fácil reconocer la historia de su desarrollo. Lo que nació en los años 60 como un conjunto de casas y urbanizaciones en una llanura donde sólo había retama (especie de matorral) y mar (de ahí su nombre), hoy es una barriada con cerca de 10.000 habitantes, donde conviven las antiguas construcciones con el ambicioso proyecto residencial de El Toyo.

Esta última urbanización nace con como villa olímpica para acoger a los atletas de los Juegos del Mediterráneo de 2005, con sede en Almería. La arquitectura de esta nueva fase se caracteriza por su escasa densidad de población, apostando por amplias zonas verdes que rodean los edificios, y por contar con equipamientos importantes como el Hospital de Alta Resolución, la Plaza del Mar o el campo de Golf, además de varios hoteles de lujo.

En sus alrededores se encuentran puntos de interés turístico como la factoría de salazones, yacimiento arqueológico romano (218 a.C – 409 d.C) con una antigua fábrica donde se preparaban salazones de pescado; la torre vigía de Torregarcía, el antiguo cuartel de la Guardia Civil o la ermita de la Virgen del Mar con su peculiar arquitectura indaliana.