Villa de Níjar

La Villa de Níjar se sitúa a medio camino entre el Desierto de Tabernas y el mar y es el otro gran núcleo urbano del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, junto con Carboneras.  Este municipio cuenta con una importante impronta árabe que se puede apreciar en el trazado de la ciudad, a base de calles estrechas, y en su arquitectura donde predominan las casas con planta en cubo y de blancas paredes. Los barrios de Atalaya y el Portillo son los que mejor representan esos orígenes árabes, mientras que la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del s. XVI, con su artesonado mudéjar, demuestra la importancia de esa huella musulmana incluso en siglos posteriores.

La artesanía, el principal reclamo turístico de la localidad, ha acompañado a sus habitantes desde tiempos inmemoriables, siendo las jarapas, el esparto y la alfarería sus tres productos más conocidos. El nombre de jarapa proviene de los “harapos” o restos de tela con los que tradicionalmente se confeccionaban estas alfombras en los telares que muchas de las casas poseían. Hoy es difícil encontrar personas que continúen elaborando las jarapas al modo tradicional, con telar manual, un trabajo demasiado pesado y laborioso. La práctica totalidad de las jarapas que se venden son de producción mecanizada.

En las proximidades de Níjar, hacia el interior, se encuentra la aldea de Huebro, desde la que se puede disfrutar de unas inmejorables vistas de los campos de Níjar, tierra descrita por Juan Goytisolo en su libro homónimo. Huebro destaca, además, por mantener aún vigente el sistema de riego por molinos instaurado por los árabes, que también erigieron una fortaleza en esta pedanía de la que aún se pueden ver los restos.

comer

COMER CERCA DE NÍJAR

Deja una Respuesta